Vacaciones

lunes, 27 de septiembre de 2010

Bueno, continuemos con lo que estábamos. Después del viaje a Salou llegó el ansiado fin de curso, que despedimos los profes con una comida estupenda en la que también despedimos a los muchos compañeros y compañeras que nos dejan, bien porque se jubilaban o bien por porque se iban a otros destinos; muchísima suerte a todos ellos. Las vacaciones para mí fueron continuación del curso, casi, porque me fui de campamento de verano con unos cuantos sobrinos. Eso sí, las tiendas de campaña las plantamos en el jardín con vistas de la casa de mi hermano, junto a la estupenda piscina  (sobre todo, el comfort que no falte). Fueron días estupendos de playa, encuentros familiares, piscina y relax, aunque alguno se mereciera más de una vez un castigo.
Para cambiar de tercio y de aires, luego tocó ir a por mis tías solteras de Granada, ya mayores para veranear solas, así que me ofrecí a llevarlas a mi casa de la sierra de Madrid a que pasaran unos días fresquitos. Chicos, después del jaleo del campamento de los sobrinos, aquello me pareció el Nirvana, ¡qué paz!, ¡qué sosiego!, ¡qué frescor! Fue un intervalo estupendo para coger fuerzas y recargar las pilas.
Con esto llegóagosto  y dediqué un par de días a Madrid: adoro esta ciudad en agosto (si el calor no aprieta demasiado). Fuimos a ver (mi mujer y yo, por fin solos) un espectáculo flamenco sobre la ópera Carmen, de Bizet, que me entusiasmó, y, como estábamos cerca de la Plaza Mayor, cenamos en una de sus terracitas dejando que cayera la noche plácidamente, y observando la vida de la plaza. Me encanta hacer de turista en mi ciudad. Otro día visitamos la exposición del Prado sobre un pintor que me gusta muchísimo, Turner. ¿Sabéis la sensación que da el no hacer colas para entrar en el Prado?, ¿el no tener gente alrededor esperando para poder ver lo que estás viendo o al revés? Ese placer no lo experimentaba en ese museo desde hace más de treinta años, ¡qué delicia tener los cuadros para ti solo! También ese día hicimos un exceso y degustamos unos platos de autor en la terraza del hotel NH frente al museo, ya sabéis, haciendo de turista en mi ciudad...
Y por fin, las vacaciones en serio. Primero, unos días de relax en la sierra, y después, nuestro esperado viaje a...bueno, eso lo tenéis que adivinar vosotros. Os planteo un juego: tenéis que adivinar, no solo el sitio, sino también la pregunta que os haga. Las respuestas, como siempre, las escribís en el comentario.
Para terminar el mes, fuimos los cuatro (Gema, Rubén, Alejandro y yo) a pasar unos días con mis padres a Granada, al pueblo y a la capital. Esa semana también fue completita: subí al cerro Mencal, con más de 1.400m de altitud, a cuyas faldas se encuentra el pueblo; fui de excursión a un sitio que también será un reto descubrir para mis alumnos de geografía; y recibí como regalo de cumpleaños un espectáculo flamenco dentro del Generalife por la noche, junto a una noche de hotel al ladito de la Alhambra. ¿Se puede pedir más?
Bueno, ahí van las fotos y los retos. ¡Están en juego los primeros positivos del nuevo curso!